Legolas, Katniss, Hawkeye, Merida, Susan (la de Narnia, sí, esa saga que el mundo ya medio olvidó) y Robin Hood ¡apártense, que ya llegó Oliver Queen a... ¿arruinar el día?! (O más bien la noche, digo, es DC)
Como hace mucho tiempo no lo hacía, hoy hay una entrada de un escritor invitado quien se ha convertido en algo así como mi más fiel "comicdcmarvelpedia" y que sé que sabe de lo que habla.
Esta entrada es un crítica hacia el final de la tercera temporada de la serie Arrow, así que, sin más por el momento, aquí la tienen.
Comenten, odien, amen and enjoy!
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¡Oh! Hay spoilers así que, beware...
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De cómo Arrow le falló a su ciudad
Por: Jorge González
La temporada 3 de Arrow ha
concluido dejando sólo una serie de superhéroes por concluir en esta tanda; Arrow es, en este mismo momento, la veterana
del género, pero vaya que le peso encontrar su naturaleza este año.
Cuando Arrow inició en el 2012
tenía su intención fija, se tomaría como un drama criminal serio, trataría a un
hombre que con una condición post-traumática intentaría aliviar los males de su
ciudad con acciones no necesariamente heroicas, y de la evolución de ese hombre
hacia el héroe que podía ser.
La narración en la entrada de la
serie dejaba esto en claro, la otra cosa que nos quedaba clara es que el
trabajo de Nolan en su trilogía de Batman se dejaba sentir en el modo en que
villanos eran utilizados de la manera más realista posible y el “grit” se hacía
presente en los dilemas de los personajes.
Tambien, eso no lo neguemos, se
metían con un lio enorme de relaciones amorosas, triángulos y drama que de
algún modo aquello se integraba a la historia por lo excesivo que era.
En todo caso estos fundamentos, alguna
vez base de un sólido final de temporada 1 y una aclamada temporada 2, se
vieron reforzados del peor modo en la 3ra sesión para tirar la serie muy por
debajo de su spin off Flash y su otrora competidor secundario Agents of SHIELD.
La temporada comenzó con un
episodio fuerte en que la maquinaria de combate al crimen está bien engrasada,
Roy Harper ha tomado su lugar como Arsenal, aunque la semilla de la destrucción
estaba presente con una escena de romance que para el que no trae puestos los
“binoculares shippers” vino saliendo de un par de miradas no correspondidas y
un plan bastante raro para derrotar a Slade Wilson.
La muerte de Sara Lance, El
Canario -así sin negro- cierra el episodio y lanza la temporada a su avance,
avance lleno de tropiezos, cuya primera mitad cae un poco menos que la recta
final.
El plan de matar a Sara Lance es increíblemente
rebuscado y viene a rendir frutos sólo en la penúltima escena del último capítulo
-lo que de hecho sería un lujo narrativo si todo el sendero tuviera algún
sentido- y mientras que los fans más miopes podrían creer que su objetivo
principal fue lanzar a su hermana Laurel al manto de Canario Negro lo único
cierto es que ese fue un benéfico efecto secundario para calmar a la audiencia
interesada en ver este desarrollo, mientras que el verdadero conflicto creado
es poner de frente a la Liga de Asesinos.
Liga que no se siente tan mística
como en las temporadas anteriores, cuyo Nanda Parbat acaba pareciendo estado
vecino de Starling City por lo mucho que es frecuentado, cuyos dilemas éticos o
ponen en duda lo que hemos venido conociendo de los personajes o de plano
generan un conflicto entre lo que vemos y lo que nos es dicho.
Cuando los últimos criminales
comunes de Starling City han sido vencidos alrededor del “Episodio 13 Canarios”
y la Liga se convierte en el treat principal sólo quedan aquí y allá fragmentos
de un Suicide Squad reunido por última vez para despedir a Deadshot que
aparentemente no puede coexistir con la versión de Will Smith que saldrá en un
año; nos quedan breves momentos entre la hija del Demonio Nyssa Al Ghul y
Laurel Lance que extrañamente parecen la cooperación menos forzada a estas
alturas y queda un Roy Harper que se despide extrañamente del show perdiendo
uno de los eslabones cuyo desarrollo había resultado, sino siempre convincente,
al menos sí aceptable.
Lo demás: la Liga, Ra's Al Ghul,
el cambio de Oliver Queen, todo parece girar respecto a los ejes incorrectos y
aquellos comentarios sobre como “La Identidad” sería el eje de la temporada, no
nos engañemos, acaban siendo sobre como andar con la chica de lentes que los
shippers aman es lo “más mejor que jamás de los jamases” le pudo pasar al
afortunado Oliver Queen.
Y es que, cuando Ra's Al Ghul se
pone a dar consejos de relación, los flashbacks en una escena retconean parte
de los dilemas amorosos de la temporada 1 -acción por cierto irrelevante tanto
como contraria a lo que sabíamos de los personajes-, el traje de ATOM resulta
desde su desarrollo hasta su penúltima aparición un apéndice narrativo para
favorecer más a un personaje, cuando el final es un porsche y el ocaso...
La temporada 3 de Arrow resulta
en su eje temático una telenovela cualquiera, una que cuando le sobraba tiempo
tenía a una mujer justiciera peleando torpemente contra criminales a los que ya
podía enfrentar hace dos temporadas en un extraño caso de amnesia auto infligida,
una con un gran departamento de vestuario, una que no tenía tiempo para dos
sidekicks y de plano parece haberle dado la espalda a Roy Harper mientras que
sin tiempo de sidekick al final Thea Queen acabo siendo la “Flecha” principal,
protectora de Starling City. Una telenovela al fin, donde la torpe pero inteligentísima
asistente del IT acaba casada con el otrora millonario, salvo que ahora ella
posee las acciones de la compañía que el perdió y para ella el sujeto es más
importante que la vida de su hermana, su vocación como héroe y un par de
cientos de vidas en la ciudad conforme lo mostraron sus propias palabras y
acciones.
Arrow pues le ha fallado a una
parte de su fandom, no sé qué tan grande sea aquella parte que no buscaba ver
una telenovela con alguna acción -mal coreografiada esta temporada por cierto-
de por medio.
Hay posibilidades de que a un
alto precio la siguiente temporada se las arregle para mejorar, hay
posibilidades siempre y cuando en los promocionales de verano veamos a un
equipo de producción que admita sus errores y sepa hacia dónde pueden crecer,
sino vemos eso, sabemos que habremos perdido Arrow mientras ganamos Flash y
Legends of Tomorrow, que entregaron Arrow a la base shipper como sacrificio
para que las otras dos series pudieran funcionar del modo en que han venido desarrollándose
y prometen hacerlo respectivamente.
La temporada no se va en blanco,
Guilty con la flecha que veníamos esperando 3 temporadas, el crossover con
Flash bastante dinámico, Midnight City con Laurel y Roy peleando por mantener
la ciudad sin Oliver Queen, Canaries y el fin del arco de Canario Negro,
Suicide Tendencies con su despedida al buen Deadshot que habían logrado y, finalmente,
Public Enemy con la persecución policiaca recordando los grandes momentos de
temporadas anteriores son buenos episodios, mientras que la tanda de flashbacks
del último episodio logra superar por un amplio margen lo que ocurre en el
presente, la primera aparición de las habilidades de Tatsu en el pasado, la
primera pelea contra Ra's Al Ghul y la defensa de los Glades son buenos
momentos que ocurren en episodios malones.